Del domo abovedado volvemos, del ingente
sueño, para encontrar al llegar al hogar
una enorme metrópoli que erige en nuestra mente,
por entre los pasillos, catacumbas sin par.
Callejas de placer verdes en lacerante
morada de peligros se trocaron; la angélica
canción y los violines callaron; cada instante
consagra de los otros la muerte maquiavélica.
Antes de caer cual Ícaro, deshechos, los trayectos
nuestros, a contramarcha, reclamaron el día;
y ahora sólo hay altares decrépitos y abyectos
trazos en el sol, negros, de una palabra impía.
Mas todavía bregamos por cascar el lejano
cofre que encierra cada misterio de lo humano.
Sylvia Plath
Versión al español de J. Darío Bravo (20/2/2018)
*
Original: https://www.internal.org/Sylvia_Plath/Doom_of_Exiles
Now we, returning from the vaulted domes
Of our colossal sleep, come home to find
A tall metropolis of catacombs
Erected down the gangways of our mind.
Green alleys where we reveled have become
The infernal haunt of demon dangers;
Both seraph song and violins are dumb;
Each clock tick consecrates the death of strangers
Backward we traveled to reclaim the day
Before we fell, like Icarus, undone;
All we find are altars in decay
And profane words scrawled black across the sun.
Still, stubbornly we try to crack the nut
In which the riddle of our race is shut.